Las inundaciones continúan en Rio Grande do Sul y están generando importantes preocupaciones, especialmente en el sector agrícola. Marcos Rubin, fundador de @Veeries Agronegocio, expresó su preocupación por los desafíos derivados de estas condiciones climáticas adversas.
El exceso de humedad ha causado graves daños a los cultivos de soja y maíz, generando descuentos a los productores y aumentando el riesgo de pérdidas de producción. Las estimaciones indican que las pérdidas podrían alcanzar los 1,5 millones de toneladas de soja y 400 mil toneladas de maíz, aumentando la presión sobre los agricultores de la región.
Aunque algunas trituradoras de soja han reanudado sus operaciones, una unidad en Canoas continúa enfrentando dificultades por los impactos directos de las inundaciones. La reducción de la mezcla de biodiesel con gasóleo, aplicada inicialmente en todo el estado, ahora se restringe a municipios específicos, entre ellos Canoas, Esteio, Río Grande y Santa María, lo que genera preocupación en el sector.
Los problemas viales persisten, causando daños adicionales y retrasando los esfuerzos de reparación de la infraestructura afectada. Las estimaciones de costes para la reconstrucción varían según las fuentes, pero todos coinciden en que la inversión necesaria será importante. Esta situación también tiene un impacto directo en el transporte de productos agrícolas, empeorando aún más la situación de los productores.
Aunque el Puerto de Río Grande se encuentra operando con normalidad este lunes, las dificultades de acceso por los cortes de carreteras han dificultado la llegada de la soja al puerto. Esta situación crea preocupaciones adicionales para el flujo de la cosecha y la logística de exportación.
Los mezcladores de fertilizantes de la región sufrieron pérdidas importantes debido a las inundaciones en sus almacenes. El impacto total de este daño sólo se conocerá después de que baje el nivel del agua. Pese a ello, ya es evidente que las entregas previstas para mayo están comprometidas, especialmente en el Gran Porto Alegre.
Fuente: Leonardo Gottems | Agroenlace