En una época marcada por dudas y desinformación sobre el consumo de carne de pollo, el ingeniero agrónomo Juárez Morbini Lopes aclaró dudas sobre uno de los mitos más persistentes: el uso de hormonas en pollos de engorde. Luego de más de tres décadas dedicadas a la docencia e investigación en el área de la nutrición y la avicultura, Morbini abordó la creencia popular sobre el crecimiento acelerado de estas aves.
Según Morbini, las hormonas no son eficaces para promover el crecimiento de las aves, contradiciendo conceptos erróneos muy extendidos en la sociedad. Cita investigaciones que demuestran la ineficacia del uso de sustancias androgénicas para estimular el aumento de peso en las aves. Las hormonas no son eficientes para el crecimiento de las aves, como lo demuestran Fennell y Scanes (1992), donde el uso de tres tipos de sustancias androgénicas (testosterona, 5α-dihidrotestosterona y 19-nortestosterona) mediante implantación subcutánea en aves Leghorn (machos, hembras y machos castrados) redujeron el aumento de peso corporal.
Morbini también destaca que Turner observó en 1948 que los andrógenos, ya sea en forma natural o sintética, inhiben el crecimiento de los pollos, y otros estudios confirmaron esta observación (Visco, 1973; Harvey & Scanes, 1978). Muchas razones impiden el uso de estos productos en la producción avícola. Las células secretan hormonas, sustancias químicas naturales, con la función de regular el control fisiológico de otras células u órganos. Estas sustancias endógenas son esenciales para la regulación, biosíntesis y metabolismo de las proteínas musculares.
Los nutrientes esenciales para el correcto desarrollo de los animales, como minerales, vitaminas y aminoácidos, favorecen la multiplicación de las células musculares, responsables del crecimiento de las aves. Dado que el confinamiento de los animales implica la necesidad de aportar todos los nutrientes a través de una alimentación equilibrada, los cuidadores deben asegurarse de que no falte ningún nutriente esencial para el crecimiento de las aves.
Nutrición avanzada y prácticas legales en la producción avícola.
Los aminoácidos, normalmente vendidos para aumentar la masa muscular, no son hormonas, sino nutrientes esenciales para la composición de las proteínas. Una vez ingeridos, el intestino delgado los absorbe y, a través del torrente sanguíneo, llegan a las células donde realizan su función. Lo mismo ocurre con otras sustancias como las vitaminas y los minerales. Los especialistas en nutrición animal utilizan todos estos nutrientes para equilibrar la dieta de las aves de producción.
Además, el experto destaca que, según la Instrucción Normativa del MAPA, la administración de sustancias hormonales en la alimentación y producción de aves es ilegal, reforzando que tales prácticas no sólo son ineficientes, sino que también están prohibidas por la ley.
Morbini destaca que décadas de avances científicos y tecnológicos en el área de genética, nutrición, manejo y control sanitario han resultado en el rápido crecimiento de las aves. La selección genética, las raciones equilibradas, la sanidad preventiva y las instalaciones modernas son fundamentales para una cría animal eficiente.
Ante estas aclaraciones, Morbini asegura a los consumidores que la carne de pollo es una opción sana y segura, libre de hormonas exógenas en su composición.
Comprenda las razones para no utilizar hormonas en los pollos:
1) Los péptidos, como las hormonas del crecimiento muscular, no funcionan por vía oral debido a la degradación en el sistema digestivo. Para que sean eficaces, las personas deben inyectarlos periódicamente. Imagínese inyectar 500 millones de pollos cada 2 o 3 días. ¡Es totalmente impráctico!
2) La administración de sustancias prohibidas en la producción avícola es ilegal, incluidas aquellas para estimular el crecimiento y la eficiencia alimenticia.
3) Ineficiencia en el uso: Como se informó anteriormente, no hay ningún beneficio en el uso de hormonas andrógenas en aves. Por el contrario, provocan una reducción del rendimiento.
4) Economía: Sustancias como la hormona del crecimiento son caras y actualmente sólo se utilizan en investigación. Su uso a escala industrial es incompatible con los estrechos márgenes de beneficio de la avicultura comercial.
Fuente: Aline Merladete | Agroenlace