El período estival presenta importantes desafíos para la salud de los animales en la granja lechera. La combinación de intenso calor y lluvia exige una mayor atención en la gestión, con el objetivo de garantizar el bienestar del rebaño y, en consecuencia, la productividad del negocio.
Durante esta temporada es común ver un aumento en la incidencia de mastitis, una inflamación de la glándula mamaria en las vacas. Además, el calor modifica los hábitos alimentarios de los animales, lo que, si no se controla adecuadamente, puede perjudicar la inmunidad y la producción de leche.
Consulte las pautas de mejores prácticas para las granjas lecheras durante la temporada más calurosa del año. El objetivo es preservar el bienestar animal y la productividad de la propiedad.
Cuidado del medio ambiente
Tenga cuidado con los pastos húmedos o la tierra empapada con exceso de estiércol y arcilla. De hecho, las bacterias que crecen en este tipo de ambientes pueden entrar por el agujero de la ubre (esfínter) de la vaca cuando ésta se tumba en el suelo. Además, es una puerta abierta y peligrosa para el proceso infeccioso e inflamatorio de la mastitis.
Alimentación adecuada para las vacas.
Gestionar el tamaño de los lotes de alimentos para ajustarlos a los cambios en el consumo de alimento durante las diferentes etapas del día;
Manejo de ensilaje
En climas cálidos, el ensilaje debe mezclarse o alimentarse al menos dos veces al día para evitar que el alimento se caliente en el carro y en el comedero, lo que puede provocar que las vacas coman menos y, por tanto, produzcan menos leche. En las zonas de alimentación exteriores es importante tener sombra sobre el comedero y también en otros lugares. Esto anima a las vacas a comer durante todo el día;
Control térmico
Utilice ventiladores y aspersores de agua (que mojan el pelo de la vaca). Esta práctica ayuda con el control térmico porque refresca al animal en el corral, áreas de descanso y áreas de alimentación. En consecuencia, controla el estrés y ayuda con la inmunidad colectiva. Es fundamental asociar el agua con el viento, pues el proceso de evaporación es el que quita calor al animal;
Equilibrio nutricional
Equilibrar adecuadamente las raciones con nuevos forrajes, los cuales deben ser analizados para equilibrar el aporte nutricional. Con la alimentación de verano, el equilibrio de minerales, como el nivel de potasio en el cuerpo, se altera ligeramente para tener en cuenta no sólo la composición de nutrientes del nuevo forraje, sino también el estrés que provoca el calor;
Suministro de agua: Asegúrese de que las novillas que pastan tengan forraje adecuado y abundante agua limpia y fresca. Esto es sumamente importante para controlar la temperatura y el estrés del animal;
Control de parásitos en vacas lecheras
Mantener actualizado el control de garrapatas y otros parásitos, evitando afectaciones en el desarrollo de los animales.
La adopción de estas medidas contribuye a la salud y al rendimiento del rebaño, asegurando una producción de leche más eficiente incluso durante los meses más calurosos del año.
Fuente: Seane Lennon | Agroenlace