El escenario no es bueno para la cadena y podría empeorar con restricción en el suministro de maíz
Si bien Brasil tiene una Ley Agrícola (n° 8171/91) que garantiza el suministro y mantenimiento de stocks regulatorios para abastecer a la sociedad, lo que el país tiene son sólo 850 mil toneladas de maíz en stock para cualquier emergencia. Por eso y con la oferta restringida de cereales, el escenario para el futuro de la porcicultura brasileña no es bueno.
Representantes de la cadena temen que la situación empeore, según una conclusión presentada en la Comisión de Agricultura, Ganadería, Abastecimiento y Desarrollo Rural (CAPADR) de la Cámara de Diputados, el pasado martes (04), en Brasilia (DF).
El asesor técnico de la Comisión Nacional Avícola y Porcina de la Confederación Brasileña de Agricultura y Ganadería (CNA, Brasilia/DF), Victor Ayres, dice que el efecto del dólar sobre los precios del maíz brasileño, la oferta y demanda regionalizada del producto y la Las grandes exportaciones de cereales son factores determinantes para que el precio se mantenga en niveles elevados para los criadores de cerdos este año.
Esta situación se ha “sentido” más en la región sur de Brasil, que concentra 60% de producción porcina brasileña. “Tenemos que trabajar en medidas a largo plazo para que el sector porcino no sea vulnerable a la volatilidad de los precios de los cereales”, subraya, recordando también que la cadena cerealera se organizó y logró desarrollar medidas para capitalizar al productor y proporcionar alternativas a los precios bajos del precio. “Hoy en día, los productores cuentan con almacenamiento en el campo, lo que permite tener el producto disponible en épocas de precios altos”, afirma.
Para Ayres, la cadena porcina debe seguir el mismo ejemplo y crear alternativas a la escasez y no limitarse a esperar la intervención del gobierno. Según el relato, además de una educación financiera y una política agrícola que considere mejor a los productores de proteína animal, es necesario poner en práctica políticas estatales para la autosuficiencia en la producción y almacenamiento de maíz en los estados deficitarios.
El asesor técnico citó ejemplos en todo el mundo que Brasil podría seguir. La Unión Europea (UE), que produce casi ocho veces más carne de cerdo que Brasil, no sufre falta de maíz para alimentación animal porque en ese país es viable sustituir el insumo por otras fuentes de energía. “En los países europeos también hay volatilidad de los productos. Sin embargo, logran sobrevivir, ya que la cadena productiva recibe subsidios directos del gobierno”, señala.
También habló de China, que tiene una densa población y tampoco sufre falta de maíz. “La escasez es lo más grave para ese país, ya padecieron hambre. Las políticas de apoyo tienen prioridad para garantizar el suministro”, afirma, destacando que China tiene stocks de 103 millones de toneladas del producto. “En Brasil no hemos desarrollado políticas para garantizar el abastecimiento interno”, afirma.
Fuente: CNA, adaptado por el equipo de feed&food.