La tecnología, en nuestro mercado o en cualquier otro, es siempre un excelente recurso para optimizar tiempo y dinero. Nos permite lograr, más que nunca, resultados y oportunidades inimaginables que de otro modo estarían fuera de nuestro radar.
Sin embargo, como ocurre con todo, hay otra cara de la moneda. Debido a la facilidad de trabajar prácticamente en cualquier lugar y con cualquier dispositivo, las personas han creado el hábito, o una cierta complacencia, de ya no reunirse en persona, y de construir vínculos reales, no sólo virtuales, con sus clientes.
Impulsada principalmente por la pandemia, este nuevo tipo de relación se ha vuelto cada vez más común en el mercado laboral. Sin embargo, hay una parte de la población, excluyendo a los Baby Boomers y a las generaciones X, que a menudo se oponen a este nuevo tipo de relación, considerándola a menudo superficial y desechable.
Nosotros, los corredores, somos nuestra propia "mercancía", nuestra tarjeta de presentación, nuestro producto. Conocer al cliente personalmente va más allá de una futura venta; se trata de crear una conexión, mostrarse visto y relevante. Nuestra función, además de ofrecer siempre el mejor trato, es mantener al cliente informado sobre la situación de su mercado.
Ojo a ojo, apretón de manos
La importancia de una visita cara a cara ha estado en el ADN de Aboissa desde su creación. Para nuestro fundador, Munir Aboissa, siempre ha sido fundamental recibir a los clientes en persona, independientemente de su ubicación o distancia. En sus palabras siempre dice: “Quien no es visto, no es recordado”. Por cursi que parezca esta frase, tiene mucho sentido en la práctica de nuestro mercado.
Durante mis casi 10 años en Aboissa, tuve la oportunidad de conocer empresas y lugares que me abrieron los ojos sobre la importancia de esta frase. Un apretón de manos, contacto visual e incluso una taza de café con una conversación informal son esenciales para crear una conexión duradera. Lo más difícil nunca es la primera venta, sino la segunda. La continuidad es el mayor desafío.
Hoy, Aboissa trabaja con más de 65 países y prácticamente en todos los rincones del mundo, atendiendo a diferentes perfiles de clientes, empresas y negocios. Sin embargo, independientemente de sus creencias, nacionalidad o etnia, a todos les gusta que los traten bien, los escuchen y los comprendan.
Por: Tiago Vicente | Experto aceite de algodón Es aceite de soja