“Brasil puede ser Arabia Saudita en la producción de SAF, Combustible de Aviación Sostenible”. Así define Milton Steagall, director general del Grupo BBF (Brazil BioFuels), la oportunidad brasileña de convertirse en líder en la producción de biocombustibles de segunda generación como SAF y Green Diesel. El ejecutivo participó este miércoles (8) de un evento en la capital paulista y defendió el cultivo sostenible de palma aceitera como principal materia prima para descarbonizar el sector de la aviación. El tema del evento fue “La nueva Revolución Verde: de los alimentos a la energía, el potencial de Brasil para ser una superpotencia”.
Arabia Saudita es uno de los principales países productores de petróleo del mundo. Estados Unidos, Rusia y el país de Medio Oriente representan más de 40% de producción global de la materia prima, según el Instituto Brasileño de Petróleo y Gas.
Potencial sostenible y desafíos regulatorios en Brasil
Según Steagall, actualmente la producción brasileña de aceite de palma sigue siendo tímida, colocando al país en la décima posición en el ranking de los mayores productores. Los países que concentran 95% de la producción mundial de este petróleo, el más consumido en el mundo, son Indonesia, Malasia y Tailandia, concentrando alrededor de 80 millones de toneladas al año. Este volumen se concentra en alrededor de 22 millones de hectáreas cultivadas con el cultivo, que devastó los bosques tropicales en Asia.
Brasil, sin embargo, tiene el potencial de cultivar palma, de forma totalmente sostenible, en 31 millones de hectáreas de áreas degradadas en la región amazónica, según un sólido trabajo realizado por la Empresa Brasileña de Investigación Agrícola (Embrapa). El Gobierno Federal estableció una legislación brasileña para el cultivo de palma mediante el Decreto 7.172, de 2010. Esta legislación es considerada la más estricta del mundo en este sector, ya que autoriza el cultivo de palma sólo en áreas deforestadas de la región amazónica hasta diciembre de 2007.
El potencial sostenible del aceite de palma en la Amazonía
A pesar de permitir el cultivo sin deforestación, Brasil destina sólo 300 mil hectáreas a la palma aceitera. De ellas, 75 mil hectáreas son propiedad del Grupo BBF. Con los 31 millones de hectáreas disponibles, tenemos la oportunidad de producir 1.100 millones de barriles de aceite de palma anualmente, destinados al desarrollo de biocombustibles para atender al sector aéreo”. El ejecutivo afirma que esto supera la extracción de Petrobras en el presal brasileño, caracterizando así un verdadero 'presal verde' en nuestro país.
A partir de 2026, el Grupo BBF comenzará a suministrar SAF (combustible de aviación sostenible) y diésel verde a Vibra Energia (anteriormente BR Distribuidora), en virtud de un contrato de comprador. La materia prima para los biocombustibles avanzados será el aceite de palma cultivado por el Grupo BBF en la región amazónica. La primera biorrefinería del país llevará a cabo refinamientos para producir biocombustibles innovadores a escala industrial. Se construirá una nueva planta con una inversión de más de 2.200 millones de rands. La capacidad de producción anual rondará los 500 millones de litros de SAF y Green Diesel.
El cultivo de palma no se limita a la producción de aceite. Se utilizan toneladas de hojas para restaurar orgánicamente las palmeras, constituyendo una práctica sustentable además del fruto. Pero según Steagall, es posible utilizar estas hojas como biomasa para generar energía renovable.
Punto de referencia
La Zonificación Agroecológica de la Palma Aceitera es el nombre que recibe la legislación federal que regula el cultivo de este cultivo. Este decreto, de mayo de 2010, representa un logro y un hito territorial significativo para esta cultura. Ahora, necesitamos estímulos y capitales para desarrollar y recuperar estas zonas, requiriendo líneas de financiación en este sentido. Pueden surgir muchas empresas como el Grupo BBF, lo cual es muy positivo”, afirma.
Las fuentes de financiación son fundamentales para el cultivo de la palma. La planta tarda al menos cuatro años en entrar en fase de cosecha. Además, es necesario construir plantas para extraer el aceite. Milton destaca la cultura como una virtud adicional. El cultivo manual es crucial y genera miles de puestos de trabajo. Esta práctica beneficia a regiones remotas con oportunidades de ingresos limitadas.
Por: datagro