Un sistema frontal de características casi estacionarias fue el principal responsable de las precipitaciones históricas que provocaron las inundaciones en el centro-norte de Rio Grande do Sul la semana pasada. Así se explican los principales factores que contribuyeron al desastre ocurrido en el estado, que afectó a 100 municipios.
Para que os hagáis una idea de la magnitud, además, llovió en cinco días el doble de lo que históricamente se registró durante todo el mes de septiembre.
El frente provocó las primeras precipitaciones el 1 de septiembre. Posteriormente, entre los días 2 y 3, cuando se estacionó sobre Rio Grande do Sul, mantuvo lluvias constantes. El 4 de septiembre, un sistema de baja presión intensificó la lluvia, absorbiendo humedad de la superficie y elevándola a grandes altitudes.
Debido a los caudales que cayeron entre el 1 y el 5, varias cuencas fluviales registraron inundaciones repentinas. El río Taquari creció rápidamente en la cabecera y en el tercio medio, y propagó una onda de inundación a lo largo de su curso. Los datos del Servicio Geológico de Brasil, en la nota técnica del Cemaden del jueves (14), revelan un rápido aumento de los niveles de inundaciones.
Así, para el coordinador general de Operaciones y Modelamiento del Cemaden, Marcelo Seluchi, una de las posibles explicaciones es El Niño. El fenómeno calienta anormalmente aguas de hasta 100 metros de profundidad desde el Océano Pacífico Ecuatorial Central hasta las costas de Perú y Ecuador. A partir de mediados de mayo, el fenómeno provoca cambios en los vientos y las precipitaciones, modificando la circulación atmosférica planetaria.
Impacto de El Niño sobre frentes fríos y precipitaciones en la región sur de Brasil
Seluchi advierte que El Niño aún no ha alcanzado su máxima intensidad y no descarta que en los próximos meses se puedan repetir situaciones simuladas. La previsión es de precipitaciones superiores a la media para el sur de Brasil, al menos hasta noviembre.
Uno de los efectos de este fenómeno en América del Sur es el aumento de las precipitaciones en el sur de Brasil y, además, la sequía en las regiones Norte y Nordeste. El fenómeno cambia el comportamiento de los sistemas frontales, que son regiones donde se encuentran masas de aire frío y caliente y están asociadas con la ocurrencia de lluvias. Durante El Niño, los frentes fríos se posicionan con mayor frecuencia sobre la región sur de Brasil y, por tanto, las precipitaciones se vuelven más frecuentes y voluminosas.
“En los años de El Niño, los frentes fríos se detienen más en la región sur”, dice Seluchi. Explica que este no es un estándar para todos los frentes fríos, pero existe una tendencia a que ocurran con mayor frecuencia.
Para entender por qué los frentes fríos se estacionan sobre la región, es importante comprender otro cambio causado por El Niño. En primer lugar, el aumento de las temperaturas cerca del ecuador aumenta la diferencia térmica entre las latitudes ecuatoriales y polares. Como resultado, esto trae mayor intensidad y estabilidad de los “chorros”, que son canales de vientos intensos que se producen en la atmósfera superior. Como resultado, estos “chorros” comienzan a controlar de manera más significativa el comportamiento de los frentes fríos. Así, desde hace años, estos chorros tienden a posicionarse sobre la región Sur, provocando una alta frecuencia de pasos frontales sobre esta región y una mayor acumulación de precipitaciones.
Por: Noticias Agrícolas